Ya lo dijo Thomas Jefferson: “La información es poder”. Y tanto que sí. Hoy en día, con Internet y la multitud de medios de comunicación que existen, la información vuela, y es poderosa.
Es increíble la fuerza que tienen las palabras. NO nos damos cuenta hasta que nos afecta directamente.
Hace una semana, una amiga que trabaja en una conocida agencia de comunicación me preguntó si le daba mi permiso para hacer un reportaje sobre mi blog, porque le parecía interesante y creía que podía salir algo bonito. YO, sin pensarlo si quiera, le dije que sí. ¿Por qué iba a importarme? YO soy la primera que, como periodista, comprendo ese afán por contar cosas, esa curiosidad innata.
Así que le di mi permiso, y ella escribió su reportaje. Cuando lo terminó me llamó para verificar un par de datos, y me informó de que lo iba a publicar. A las 6 horas de haberlo publicado en su agencia, recibo un sms de mi hermano, que está estudiando en Italia con una beca Erasmus:
“asi q sales en el mundo y en el 20 minutos y no me dices nada eh!”
Podéis imaginaros mi cara. Yo ni siquiera había leído el reportaje, ni sabía que había sido ya publicado en ningún periódico. ¡Y mi hermano lo supo antes que yo estando en Italia! ES increíble.
Centrándonos un poco en el reportaje en sí, lo cierto es que me gustó mucho. La autora ha conseguido no darle el típico tono condescendiente con el que suelen tratarnos a los discapacitados en la prensa. Todo lo contrario. La gente que lo ha leído, me dice que transmite mucho positivismo, mucha energía y ganas de vivir, que tiene mucha fuerza.
Os animo a leerlo, si es que a estas alturas aún no lo habéis hecho.
El reportaje original, publicado en Europa Press, lo tenéis
pinchando aquí.
Si queréis leer la noticia publicada en el periódico 20 minutos, podéis hacerlo
pinchando aquí .
EN El Mundo también lo publicaron, aunque algo diferente. Podéis comprobarlo
haciendo click aquí.
También lo publicaron en
El Día de Valladolid , y en una infinidad de sitios más.
Lo cual, me devuelve de nuevo a mi comentario del principio: la información es poderosa.
Lo digo porque, para empezar, el otro día cuando cogí un taxi para volver a casa desde el trabajo (porque llovía a cántaros, no creáis que vuelvo todos los días a casa en taxi...), cuando entro al coche, el taxista se vuelve, mira a Brilyn y me dice: “¿Este no es el perro que salió el otro día en el periódico?”
Yo no sabía si echarme a reír o qué. Me pareció tan... surrealista sería la palabra, creo. Por un momento me sentí como imagino que se sentirán los famosos cuando les reconocen por la calle. Nunca antes me había pasado. Duró unos segundos, pero fue una sensación de lo más curioso. Luego el hombre comenzó a hablar de lo buenos que son estos perros (“se portan mejor que mucha gente”), de que es cierto que mucha gente no entiende que no se les puede tocar y aún así no te hacen caso y le tocan... Fue estupendo, porque el hombre realmente se había enterado del mensaje sustancial y más profundo del reportaje.
¿Veis? Por eso adoro la información, y a los medios de comunicación. Por cosas como esa quise ser periodista y dedicarme a comunicar, porque aunque la prensa a veces pueda hacer mucho daño, también ayuda a formar a las personas, a trasmitir mensajes de civismo y de educación, para hacer un mundo mejor. Y si tan solo una persona, de entre todas las que han leído el reportaje, tan sólo una se ha quedado con el mensaje de que no se puede molestar a un perro guía cuando va trabajando, entonces ha merecido la pena todo, desde el haber creado este blog, hasta haber accedido a la publicación del reportaje, hasta pasar algo de vergüenza cuando nos reconocen por la calle. SI todo ello sirve para que la gente pueda estar un poquito más concienciada acerca de los perros guía, entonces me doy por satisfecha.
Pero no fue esa la única repercusión que tuvo el reportaje. Si tan sólo hubiera quedado en que nos reconocieran por la calle, en Valladolid, que no es muy grande, tampoco pasaría nada. A los dos días seguro que la gente se olvidaría de nosotras. No, ha sido algo más que eso.
Esta semana me llamaron de Onda Cero, de la emisora nacional, para entrevistarme. Querían que les hablase del blog, de mi vida con Brilyn, un día típico en mi vida, ese tipo de cosas. Me llamaron y grabaron la entrevista, que duró unos 10 o 15 minutos. No sé cuándo se emitirá ni si se emitirá finalmente, pero ahí también aproveché para mencionar cuales fueron mis motivos para crear este blog, y cómo me gustaría concienciar a la gente a través de mis experiencias con Brilyn en la calle.
Además de eso, tengo otras ofertas por ahí para hablar en otros programas de radio (¿verdad, Tiflos? < Guiño >), así que parece que el efecto reportaje sigue y sigue.
Por lo pronto, ya he visto que tengo 11 nuevos amigos en el blog, que me han dejado unos comentarios preciosos, y que ahora tengo 9 seguidores. Como decía, es la magia de Internet.
Espero que los nuevos os encontréis cómodos aquí, en mi rinconcito particular, y que os resulte confortable. No dejéis de enviarme comentarios, que me animan muchísimo, de verdad.
Saludos de parte de Brilyn (a la que le encanta la fama), y míos.