Ya sé que siempre cuento anécdotas que me pasan en el autobús, pero en serio, es que me pasan una cantidad de cosas de lo más curiosas cuando uso este medio de transporte.
Me encanta, porque desde que tengo a Brilyn, la gente no se corta en hablar conmigo, y lo de los perros, es una manera de lo más sencilla para entablar conversación, o incluso para hacer amigos.
La mayoría de la gente suele empezar diciéndome: "Vaya perro más bonito", o: "Menuda cara de bueno que tiene". Los que menos, a veces preguntan: "¿Se le puede tocar?". En las pocas ocasiones que esto ocurre, me pongo de lo más contenta. Mira que le cuesta entender a la gente que un perro guía va trabajando, y que no se le debe tocar, o al menos, no sin pedirle permiso antes al dueño. Yo a esa gente que me pregunta si puede tocar a Brilyn, ya solo por simpatía, porque me parece un gran acierto que lo hayan preguntado, suelo dejarles acariciarla.
EL otro día en el bus, hubo una de esas situaciones. Una chica empezó por preguntarme si podía tocar a Brilyn, que tenía cara de buena, y al final, terminó preguntándome cómo eligen el perro que le van a dar a cada persona, qué requisitos te piden para poder tener un perro guía, y si se crea un vínculo especial entre el perro y su dueño. Casi sin darnos cuenta, la conversación se volvió de lo más profunda, con preguntas que nunca me había hecho nadie antes.
¿Qué requisitos te piden para poder solicitar un perro guía?
En nuestro país, cuando solicitas el perro, la Fundación ONCE del Perro Guía te envía unos informes, que debes rellenar en tu centro de la ONCE.
Por un lado, hay un informe psicológico, donde se refleja cómo es tu vida diaria, el entorno donde vives, las personas con las que el perro va a convivir, si eres una persona tranquila, nerviosa, etc.
Hay otro informe de movilidad, donde se estudia tu manera de caminar, tu velocidad al andar, si utilizas mucho el bus, el metro, si viajas a menudo en tren, en avión, etc.
Por último, un informe médico donde se especifica tu diagnóstico y el tipo de ceguera.
Además de todo esto, hay que enviar un vídeo de unos 10 minutos, donde muestres tu casa, el entorno donde vives, por dónde te mueves a diario, y donde expliques porqué quieres tener un perro guía.
Con todos estos datos, ellos deciden qué perro te conviene más. Porque, no necesita el mismo tipo de perro una persona que vive en ciudades como Madrid o Barcelona, que alguien que vive en Valladolid, o alguien que vive en Valdearcos de la Vega, por ejemplo. También depende de tu estilo de vida, o tu profesión. Si vas a usar el perro para viajar mucho, o va a estar todo el día en una oficina.
Todos esos detalles los tienen en cuenta antes de asignarnos un perro. Pero una vez que te dan a tu perro... Eso sí que es especial.
Yo nunca había tenido perro antes de Brilyn, y cuando oía a la gente decir que se les quiere como a un miembro de la familia, no lo comprendía del todo. Ahora, que tengo a Brilyn, ¡que nadie me quite a mi perra!
Me paro a pensar que hace un año ni siquiera estaba en mi vida, no la conocía, y me sorprende lo rápido que me he acostumbrado a vivir con ella. Se ha convertido en parte de mí. Va conmigo a todas partes, entra conmigo allá donde voy, está conmigo las 24 horas del día.
¿Que si se crea un vínculo especial entre el perro y el dueño?
Ni siquiera creo que tenga que responder a esa pregunta. No podría, aunque quisiera, explicar lo que siento cuando cojo el arnés y la correa, y siento a Brilyn venir corriendo, loca de contenta porque vamos a salir, porque sabe que va a trabajar y le encanta. O lo que siento cuando Brilyn me cruza al otro lado de la calle, o cuando se para el autobús, y ella busca mi mano con el hocico, como para preguntarme si nos toca bajarnos ya.
¿Un vínculo especial? Tal vez. YO solo sé, que sin Brilyn, estaría de nuevo a oscuras.
5 comentarios:
Alucinante la entrada, sigue posteando, que te sigo desde que empezaste la primera entrada, y todo por teclear en el google, perros guías. Y en el buscador salió cuando empezaste con las entradas. Un besazo, cuidate, y que la perra también la cuideees
La verdad es que me encanta leer tus historias. Yo vuelvo a tener a Imelda otros 10 días de vacaciones (su adiestradora tiene más vacaciones que un funcionario), está supercariñosa y obediente.Lo de que la gente acaricie a los perros creo que es inevitable, por cada 1 que pregunta hay 5 que lo hace sin más, y yo que si que veo tengo que contenerme para no cabrearme con ellos, así que me supongo lo que os tiene que molestar a vosotros. Lo que también es cierto es que al llegar a un sitio público con un perro se te acerca un montón de gente y habla contigo.
Un besazo para las dos y seguid igual
Hola!!! encantada de conocerte...
Me gusta muchisimo tanto la relacion que tienes como la manera de acabar el escrito que has tenido...
Si no tuvieras a tu perrita irias a oscuras...PRECIOSO nada mas que PRECIOSO...
Gracias por compartir todo lo que compartes con nosotros...
y aprovecho desde aqui para hacerte un pregunta, me permites que copie esta historia tuya en una nota de mi facebook??? me ha encantado la historia y por eso quiero que mis amigos tambien la conozcan...
Saludos!!!
Gracias a todos por vuestros comentarios! Es casi lo que más me anima de todo... Si no fuera por vosotros y lo que me anima todo lo que me decís, haría tiempo que me habría cansado de escribir jeje.
A Kinollescas, me encanta leerte y ver cómo es "el otro lado", el de un cuidador/adiestrador de perros guía. estoy segurisima de que contigo, Imelda será una gran guía :)
A quien me pregunta si puede publicar mi historia en su FB, por supuesto, sería un honor. Eso sí, te pido porfa que cites la fuente, que pongas mi blog para que así más gente nos lea a Brilyn y a mí ;)
Un abrazo a todos!
Muchas gracias por contestar Patricia!!!
Voy a ponerme al día en el blog que por distintas cosas dejé de leerte pero me he reenganchado...
Con tu permiso he colgado "el vínculo" en mi facebook y por supuesto he puesto la dirección para que se animen a entrar mas en este tu blog, espero que se hagan notar jjejejeje
Saludos!!!
MP
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