martes, 22 de diciembre de 2009

¡FELIZ NAVIDAD!




Feliz Navidad a todos, de parte de Brilyn y mía.

Que el nuevo año os traiga felicidad, paz y alegría.

LA SOLEDAD Y EL MAL TIEMPO

Son los dos males con los que nos enfrentamos últimamente. La soledad porque a Brilyn, mi perra, no le gusta nada, pero nada de nada, quedarse sola; y el mal tiempo, porque estos días entre la nieve y la lluvia, es toda una odisea salir con ella a la calle.

Me resulta imposible dejarla sola en una habitación por más de 10 minutos sin que salga corriendo a buscarme, a mí o a cualquier otro ser humano que haya en la casa. NI mucho menos hablemos de dejarla sola en casa, o sola en un cuarto con la puerta cerrada, que se pone a llorar y a dar vueltas como un alma en pena.

He reflexionado sobre ello, y creo que lo que puede pasar es que la familia de acogida que la tuvo durante su primer año de vida nunca la dejó sola. Es más, recuerdo que el día de las familias en Rochester, cuando vino Jim, el señor que había criado a Brilyn, me dijo que era una perra muy cariñosa, a la que le gustaba estar siempre en contacto físico con la gente, que si estabas viendo la TV, leyendo, o haciendo cualquier otra cosa, aunque no la estuvieras prestando atención, ella se conformaba con estar a tus pies, siempre cerca.

Eso puede ser muy bueno, pero al mismo tiempo es terrible. Así ni ella ni yo podemos tener un poco de independencia. Le cuesta muchísimo despegarse de mí, y aunque ya voy consiguiendo que se quede a veces con mis padres, con mi hermano o con mi novio sin estar yo delante, el tema de quedarse completamente sola no lo soporta. Y eso no es bueno, porque alguna vez llegará el día que no pueda llevarla a algún sitio, y tenga que quedarse un rato sola en casa, porque no siempre habrá alguien que pueda quedarse con ella.

Si no consigo que se acostumbre poco a poco a quedarse sola, el día que le toque, no va a soportarlo y nos va a montar el espectáculo.

Si tenéis perro guía, por favor, contadme qué tal se quedan vuestros perros cuando les dejáis solos. ¿Se quedan tranquilamente o les cuesta?

Lo del mal tiempo, bueno, supongo que es inevitable. El lunes amanecieron las calles blancas, de la nevada que había caído por la noche, así que cuando bajé a Brilyn a la calle, iba chupando el suelo todo el tiempo, jajaja.

Lo malo es que estos días que está el suelo tan mojado, se resbala mucho, y llega a casa empapada. Yo procuro quitarle toda la humedad que puedo con una toalla, sobre todo le intento secar las patas, la tripa y el lomo. Pero a veces no es suficiente, y tengo que echar mano del secador.

Aún así, es un rollo, da mucho trabajo, y cuando se sacude, lo pone todo perdido. Está el pasillo y el suelo de mi cuarto lleno de pisadas y de pelos... Qué desastre xD

Pero, bueno, vamos tirando como podemos.

A ver si llega pronto la primavera, deja de llover tanto, y así podemos salir a dar paseos más largos, sin riesgo de mojarnos.

Por cierto, felicidades a los que os haya tocado la lotería. A los que no, como a mí, nos tocará conformarnos con tener buena salud, y el que pueda, que siga trabajando, que hoy en día tener trabajo es la mejor de las suertes.

sábado, 12 de diciembre de 2009

UN MES DESPUÉS

Justamente hoy se cumple un mes desde que tengo a Brilyn, mi perra guía, en casa. Hoy hace 30 días que llegamos a España, exhaustas tras un viaje de mas de 24 horas. Habíamos atravesado parte de EEUU, desde Michigan hasta Miami, para después cruzar el océano Atlántico. Y después de recorrer más de 5000 kilómetros, al fin llegamos a casa.

Un mes después, y viéndolo con perspectiva, creo que puedo decir que nos hemos adaptado bastante bien al cambio. Brilyn está mucho más relajada que los primeros días, y yo por fin consigo hacer cosas de mi rutina diaria sin que ella me quite tanto tiempo. Los primeros días, por ejemplo, me daba hasta apuro meterme a la ducha y dejarla sola, así que procuraba ducharme cuando había mas gente en casa, para que se quedasen con ella y vigilaran que no hacía nada raro. Pero como es evidente, nunca hacía nada extraño. Se comporta de maravilla. Incluso ya puedo ducharme cuando estamos las dos solas en casa, que ella se queda tumbada en su alfombra, y espera pacientemente a que yo termine con mi ritual de ducharme, lavarme el pelo, secarlo con el secador, pasar las planchas, etc.

Un par de veces ha tratado de subirse al sofá, pero enseguida le hemos reñido, o bien yo, o bien mis familiares. En cuanto vemos que se altera mucho, se pone mas contenta de lo normal y se intenta poner a dos patas o se quiere morder la cola, o incluso echa la boca para jugar y mordisquear, enseguida la persona que esté mas cerca la riñe, y ella ya sabe que ha hecho algo que no debe.

Ha pasado sin problema dos pruebas de fuego:

1) El día del cumpleaños de mi padre, que hubo en casa mucha más gente de la normal, vinieron mis familiares para felicitarle y merendar, y pensábamos que ella se iba a poner nerviosa con tanta gente nueva, pero al contrario; estuvo tumbada a mi lado casi todo el tiempo, sin moverse nada mas que cuando alguien la llamaba, o cuando se caía alguna miga al suelo, por supuesto, que corría –o más bien volaba- para atraparla casi antes de que tocase el suelo.

2) El día que fuimos a casa de los padres de mi novio, donde no había estado nunca y debía comportarse de forma especialmente ejemplar, ya que a ellos les dan miedo los perros, y no estábamos muy seguros de cómo iban a reaccionar, tanto ellos como la perra. Pero para ser la primera vez que estaba en una casa extraña, con gente que a penas conocía, se portó muy bien. Con el Gentle Leader puesto en todo momento, claro está, y acariciándola y tratando de tranquilizarla lo más posible. Pero no se movió de mi lado ni del de mi novio, y al final, sus padres se atrevieron a tocarla y todo.

Si es que es como un peluche, y vaya donde vaya, todo el mundo quiere tocarla. En el tiempo que lleva aquí conmigo, se ha ganado a todos, incluso gente que no me conoce de nada, que nos ve por la calle, quiere acercarse a tocarla y saludarla.

Más de una vez me ha tocado ya ponerme seria, y pedirles a esas personas que por favor, no se acerquen a tocarla ni le digan nada cuando me va guiando, porque me la distraen y se despista un montón.

Brilyn es una perra a la que le encanta trabajar, guía estupendamente, sobre todo con el Gentle Leader puesto, porque no le permite agachar la cabeza para oler nada, pero sin ello puesto también guía muy bien, lo único es que se distrae mucho más, se para a olisquear todo lo que puede, y yo le corrijo peor porque no tengo fuerza suficiente para tirarle bien y que le tire del cuello. Por eso me sienta fatal cuando la gente se acerca sin más para tocarla, sin pedir permiso siquiera, porque me la distraen cuando ya había conseguido yo que fuese concentrada en su trabajo.

A parte de eso, nos va muy bien juntas, cada día nos conocemos mejor la una a la otra, y yo me noto que cada vez confío más en ella para ir por los sitios que recorremos más a menudo. Cada vez necesita menos órdenes, hace el recorrido prácticamente ella sola, y conoce muy bien mi forma de caminar.

Hay algo en lo que nos hemos fijado, que no sé si lo hacen el resto de perros guía o no, pero nos ha llamado mucho la atención, y es que Brilyn no camina recta cuando me va guiando, si no que va un poco inclinada hacia la derecha. Es decir, va con la parte de las patas traseras inclinada mas hacia la izquierda, y la parte delantera, el cuello y la cabeza más hacia la derecha, lo cual le hace caminar torcida, o en posición diagonal. No sé si esto será normal, o si es una costumbre que ella ha cogido para hacerme hueco a mí por la parte trasera de sus patas, y con la cabeza ir controlando mi lado, la parte derecha en la que voy yo, para que no me dé con nada.

No sé si esto lo hacen todos los perros guía, la verdad es que nunca antes nos habíamos fijado, y de hecho yo ni me había dado cuenta hasta que un día lo vio mi madre, cuando iba caminando detrás de nosotras. En cualquier caso, a ella parece que le funciona, y como digo, me guía estupendamente, así que si ella va mejor así, pues nada.

Otras cosas que he descubierto sobre mi perra en este mes que llevamos en casa son:

-Que le tiene pánico al aspirador. En cuanto le ponemos en marcha, ella sale huyendo por el pasillo, a refugiarse en un lugar seguro xD
-¡Que es la perra más mimosa del mundo! Le encanta tumbarse patas arriba para que le hagamos cosas, que juguemos con ella, que le dejemos que nos chupe las manos... Y no se cansa nunca de recibir mimos, jajaja.
-Que es un poco pelota. Cuando le echamos la bronca porque ha hecho algo mal, está un buen rato con la cabeza agachada, o muy quieta sin moverse del sitio, pero cuando le llamas para que vaya a tu lado porque ya le has perdonado, lo que hace es restregarse el hocico contra tu pierna, o chuparte y rechuparte las manos, para pedirte perdón xD
-Que es una perra a la que le encanta hacer su trabajo. En cuanto le pones el arnés y empieza a guiar, se relaja, se pone en plan profesional y va moviendo la cola, tan contenta, porque le gusta mucho ir guiando, y sentirse útil. Eso sí, después, cuando llegas a tu destino, también le gusta que se lo agradezcas con una buena sesión de caricias y de alabanzas, cómo no xD

En conclusión, ha sido un mes que se me ha pasado volando, en el que he conocido todavía mejor a mi perra, y en el que nos hemos seguido adaptando la una a la otra. La familia la ha acogido muy bien, todos la tienen como el juguete de la casa, y aunque entre todos la mimamos mucho, también le echamos buenas broncas cuando hace algo mal.

Me acuerdo muchas veces de Randy, cuando dudo si lo que estoy haciendo estará bien o no, o cuando no sé si debo reñirle porque se ha hecho el número 2 en ruta, por ejemplo. Hay veces que sí le riño, pero cuando considero que ha sido culpa mía por no haberle dado tiempo suficiente en el park time, ¿cómo voy a reñirle?

Creo que poco a poco vamos formando un buen vínculo, como dirían los de Rochester, y que con el tiempo, formaremos un gran equipo. DE momento, me quedo con el hecho de que ya he ido yo sola a algún sitio que antes, con el bastón, no habría ido, y que voy mucho más rápido y con mayor seguridad. Es un gran adelanto, así que creo que todo el proceso, el viaje a Rochester, los malos momentos allí pasados, todo ha merecido la pena.