lunes, 31 de diciembre de 2012

Mi año como becaria. Balance de 2012

No quería terminar el año sin hacer un balance de lo que han sido estos últimos doce meses para mí. En lo personal, 2012 ha sido un año interesante, pero destacaría sobre todo el aspecto laboral, que ha resultado ser de lo más enriquecedor.




El 2012comenzó con una buena noticia, un nuevo proyecto en el que embarcarme y que profesionalmente, significaba todo un reto: trabajar un año como becaria de prensa en la Oficina del Portavoz y Relaciones con los Medios de la Junta de Castilla y León . Esto significaba cambiar el chip totalmente, y realizar la tarea de comunicación desde la óptica de un periodista que trabaja desde el área de comunicación de una institución, en este caso, de un gobierno autonómico. Gran reto, sin duda. Tuve que aprender a dejar a un lado las opiniones, las propias ideologías y prejuicios, y dedicarme a la interesante tarea de comunicar el trabajo realizado por la institución a la que perteneces.



Como soy una persona que disfruta aprendiendo y adoro sentirme útil haciendo lo que más me gusta, a las pocas semanas ya me encantaba lo que hacía. Repasar las agencias cada mañana en busca de noticias, críticas o valoraciones de la oposición; leer, revisar y publicar notas de prensa de las diferentes áreas de gobierno; confirmar y publicar las previsiones, convocatorias de prensa y agenda institucional de los cargos políticos… Estas y otras tareas pronto se convirtieron en parte de mi rutina diaria.



Pero también aprendí que la comunicación es un arte, y como tal, es subjetiva. Lo que a uno le parece un buen titular, o una entradilla perfecta, tal vez a otra persona no le guste. Eso sí, hay normas generales para todos, y en ese sentido, este año mi ‘biblia’ ortográfica particular ha sido la web de la Fundeu, con su Manual del Español Urgente . Gracias, chicos, por ese ingente trabajo que realizáis. Vuestros consejos nos han salvado la vida en más de una ocasión.



Hago aquí un inciso para nombrar a esas personas sin las cuales, esa aventura no hubiera sido lo mismo. A nuestras tutoras, las chicas de prensa: Asun y María, siempre pendientes de nosotras y dispuestas a enseñarnos con toda la paciencia del mundo. A Ana, que con su alegría y su cariño nos hizo sentir un poquito más en nuestra casa. A Saray, siempre corriendo por el pasillo pero siempre sacando un huequito para pasarse a saludar. A Valle, sin cuya sonrisa y buen humor el año hubiese sido más frío. Brilyn te echará de menos, no lo dudes. Ángel, eres una grandísima persona. Gracias por acordarte siempre de nosotras y traernos pastas, pasteles y bombones varios. A Alejandro, nuestro líder, ‘the boss’, al que no puedo dejar de admirar porque ha demostrado tener ojos en todas partes, a todas horas. Porque no muchos jefes te escriben desde la playa, en pleno agosto, para decirte que se ha colado una falta de ortografía en una nota de prensa. ¿Desconectas alguna vez? En serio, gracias sobre todo por brindarme la oportunidad de vivir una experiencia profesional como la que he disfrutado este año.

A todos los jefes y jefas de prensa, a los que tanto di la brasa por teléfono o por e-mail para que nos confirmarais las previsiones... No me guardéis rencor. Y a mis compañeros becarios en las delegaciones, han sido pocas las ocasiones en las que hemos podido vernos, pero disfruté mucho las jornadas de Manuel Campo Vidal y Daniel Rodríguez junto a vosotros. Mucha suerte para el nuevo año y que pronto tengáis otros proyectos y aventuras que contar.

No me olvido de mi querido Jorge, sin el que mis primeros pasos en la gran odisea hubieran sido mucho menos seguros. Gracias por tu apoyo y tu fe en mí, por estar siempre ahí y por jugar con Brilyn en la buhardilla del café, a costa de hacerte algún que otro chichón.

A Maite, a Javi, a Laura, a Manuel, al conductor del consejero (cuyo nombre desconozco), al jardinero fiel que cada mañana nos saludaba, a Luis el asesor, que siempre ha tenido una palabra amable para mí, pero sobre todo para Brilyn y que me echaba la bronca por no llevarla a la cafetería...

Y como no, gracias a mi socia, compañera, amiga y cómplice a lo largo de estos doce meses: Raquel, sin la que nuestro despacho de becarias hubiera estado demasiado triste y demasiado aburrido. Gracias por esas mañanas de coloquio en el bus (nunca podré olvidar al pequeño Alejandro y su ‘casa que se cae’). Por traer provisiones para no morir de hambre. ¡Nunca creí que unos simples colines pudieran hacerme tan feliz! Pero sobre todo, por enseñarme a leer las cosas de otra manera (¡jamás volveré a pasar por alto un sujeto y un verbo separados por una coma!), y porque adoro tu teoría de que la gente con nombres y apellidos originales llegarán lejos. Me encanta. Deberíamos investigar sobre esa tesis…



En definitiva, gracias a todas esas personas que a lo largo de mi año como becaria en la Junta hicieron que mi paso por allí fuese mucho más agradable. He aprendido mucho, y me llevo muchas anécdotas y experiencias que sin duda, harán que mi paso por la Junta como becaria no se quede meramente en un dato más a incluir en mi currículum.



Ahora toca comenzar de nuevo y buscar nuevas aventuras, nuevos caminos que recorrer. No sé hacia dónde me dirigirán mis pasos, pero estoy segura de que allá donde vaya, encontraré otras anécdotas y experiencias que compartir con todos vosotros.



Gracias por seguir ahí. Os deseo un feliz 2013, lleno de buenas noticias, proyectos que realizar, lugares que visitar y personas a las que querer.



¡Feliz año nuevo!